lunes, 12 de diciembre de 2011

Capitulo 9

          - Soltadlos o acabaré con vuestro jefe- gritó el desconocido a espaldas de Tarak con una espada en su mano.

          - ¿Quién eres tú?- exclamó Tarak sin acabar de creerse lo que estaba sucediendo

          - No eres tú el que hace las preguntas. Y ahora suelta a los dos chicos.- Tarak obedeció de mala gana y soltó a Breogán, al mismo tiempo que hacía un ademán con su cabeza para que Unik dejara de apuntar a la muchacha también.

          Breogán se alejó hasta llegar a Stena y entonces vio al desconocido que estaba a espaldas de Tarak y sonreía satisfecho. Era un muchacho de la misma edad que él y vestía con ropas extrañas, una camisola negra que le llegaba hasta las rodillas , un cinturón ancho de cuero donde tenía la vaina de su espada y una capa de capucha negra hasta los tobillos. Era moreno y tenía una herida en su mentón que parecía estar cicatrizando ya.

          - ¡Corred!- les indicó el chico a Stena y Breogán. Ambos se miraron sin estar seguros de hacerlo y dejar a su salvador a manos de los Marlon- ¡ Fuera de aquí!

          Stena y Breogán le hicieron caso y salieron corriendo hacia la espesura del bosque sin mirar atrás.

          - ¿Qué vas a hacer tu solo contra nosotros cuatro?- dijo Tarak

          No le dio tiempo a responder porque empujó a Tarak contra el suelo y también él salio corriendo el la misma dirección en la que habían desaparecido los otros dos.

          - ¡Cogedlo!- gritó Tarak enfadado. Unik, Annara y Yaak sacaron sus espadas y comenzaron a correr para perseguir a los muchachos.

          Stena se sintió mejor una vez que sus piernas habían comenzado a correr libres por el bosque. Ella conocía gran parte del bosque y sabía donde debía de esconderse para que no la encontraran, pero se sentía mal por dejar a aquel muchacho frente a los Marlon. Se paró en seco y miró atrás.

          - ¿Porque te paras?- quiso saber Breogán que también se había detenido a la misma altura que ella.

          - Deberíamos de ir a rescatar al chico. Nos ha salvado.

          - Pero si ha sido él el que nos ha rescatado a nosotros. Si volvemos estaremos en desventaja.

          De repente Stena escuchó un ruido de pasos que se aproximaban y vieron como el chico desconocido les seguía corriendo.

          - Corred¡- exclamó el muchacho.

          Stena no se lo pensó dos veces y siguió corriendo, esta vez sabía perfectamente donde tenía que ir.

No hay comentarios: